Por Valentina Rosa
“Bajé cerca de 28 kilos en 4 o 5 meses sin remedios ni pociones mágicas”
Rocío Pérez, estudiante de Periodismo Deportivo en ISEC, contó su experiencia desde que entró a Cuestión de Peso y cómo su vida dio un giro total al incorporar una rutina muy distinta a la que estaba acostumbrada
Tiene 20 años, vive en Alejandro Korn, al sur de Buenos
Aires, y es hincha de Boca. Es profesora de inglés y de baile, manicura y
maquilladora. También está realizando un curso de lengua de señas. Sin embargo,
actualmente no puede ejercer ninguna de sus profesiones por cuestiones de tiempo,
su rutina implica estudiar, ir al programa y tiene días de clínica y se
dificulta realizar otras actividades.
A cuestión de peso entró prácticamente jugando y probando sabiendo
que el “no” ya lo tenía. Para su sorpresa, ese mismo día la llamaron y, dos
días después, ya estaba participando. Antes de entrar, pesaba 115 kilos,
ingresó con 110,3kgs y hoy en día se acerca a los 87kgs: “Bajé cerca de 28kgs
en 4 o 5 meses, sin remedios ni pociones mágicas, es aprender a comer, tomar la
comida como un hábito y hacer actividad física.
En cuanto a su experiencia con el programa y cómo vive el
tratamiento, Rocío asegura que estar ahí es bastante pesado, más para ella que
vive lejos: “Viajaba dos horas y media a la clínica, salía a las 5 de la
madrugada de mi casa y volvía cerca de la 1am del día siguiente. Lo que más me
costó fue dormir poco. Teniendo un buen día, me acercaba a las cuatro horas de
sueño, cuando lo recomendable son ocho”.
“Me cansé mil veces y quise abandonar mil otras. Llega un
momento que el cansancio te agobia, no te querés levantar, no querés hacer la
dieta, no querés seguir. No reconoces todo lo que lograste. Es cuando veo el
peso que reconozco que lo que hago vale la pena”, contó la participante, que,
si bien siempre sintió el apoyo de su familia, fue el programa la que le hizo
comprender que ella no estaba bien y que estaba teniendo problemas a causa de
su peso.
Haciendo referencia a cómo vivía antes de entrar a “Cuestión
de peso”, Rocío contó que toda su vida sufrió bullying, pero logró no darle
entidad: “Un poco por mi personalidad que me llevo a ser lo que soy hoy, siempre
contestaba al que me trataba mal. Si a una persona que te trata mal, la tratas
bien, es lo peor que le podes hacer. Muchas veces fui mala, me peleé, me enojé,
y todo fue por cómo me llegaron a tratar de chica.”.
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